Tu oportunidad es hoy, es ahora.
Por:
Lizamy Martinez
@MLizamy
@MLizamy
Quieres sacar tiempo para planificar unas vacaciones, pero estas esperando
“el momento perfecto.” Quieres retomar aquel proyecto que un día comenzaste pero lo que sucede es que tú esperas por “el momento
perfecto.” Tal vez tu problema es que sabes que hay algo que tienes que soltar porque sabes que te está haciendo daño a ti y a otros, pero tú no has hallado el momento "perfecto" para dar el paso. Puede que aun albergues en tu corazón sentimientos de enojo y no has decidido perdonar porque te aferras a que llegará un "momento perfecto".
Que mucho escuchamos esta frase, ¿no? Creo que la mayoría de las personas
espera por ese famoso “momento perfecto” para tomar alguna decisión importante
en su vida. ¿Se han dado cuenta que en las mañanas,
en especial al iniciar una semana laboral, la gente como que suele auto-motivarse?
Los lunes, que a muchos no les encanta levantarse, el que tiene que
trabajar o ir a llevar los niños a la escuela trata de que nada vaya a
estropearle ese comienzo de semana. De hecho, las redes sociales se plagan de
imágenes motivadoras que te desean una buena semana, un buen inicio de semana
o un buen lunes.
Los inicios casi siempre son motivos y “momentos apropiados” para cumplir
resoluciones, deseos o anhelos. Inicios como por ejemplo el de un nuevo año, un
mes, una estación del año, o una nueva semana como mencione anteriormente,
causan en la emoción del ser humano una reacción positiva que les mueve a
actuar hacia un propósito en particular.
Recordemos las tradicionales resoluciones de año nuevo en donde las
personas tienen como meta el bajar de peso, el comprar un auto nuevo, encontrar
una pareja, dejar un mal hábito o comenzar un nuevo proyecto en su
carrera profesional. Ese comienzo de un nuevo año es en la mente de
muchos un “momento perfecto” para cumplir con esas resoluciones.
Ahora bien, ¿cuál realmente es el momento perfecto para
nosotros? Bueno, algunos han expresado que ese momento no existe. Otros piensan
que somos nosotros quienes debemos hacer perfectos los momentos que vivimos. Yo
sé cuál es el “momento perfecto” para ti y para mí: es hoy y ahora.
Hace algún tiempo meditaba sobre esto mientras me encontraba en Puerto Rico en el famoso tapón
mañanero de camino a llevar a mi hija Débora al colegio. Sentía una inyección de
alegría y energía la cual me caracteriza cada día. Te cuento la clave de esto... Yo comienzo mis mañanas
presentándome en oración delante de Dios, comparto un café con mi amado esposo y
procedo a arreglarme para estar bien presentable en todo lugar que tenga que
ir. Esto sucede porque mi exterior refleja lo que hay en mi interior. Y claro que llegan situaciones a mi vida que me
estremecen, que pueden llegar a trastocar mi corazón, pero poseo
el gozo del Señor el cual me hace fuerte.
Entonces ahí en el carro le preguntaba al Señor, ¿por qué hay
que esperar que llegue un momento perfecto para hacer las cosas? En ese
instante yo pensaba en la alegría y el privilegio de tener un día más de
vida. Me sentía desbordada de agradecimiento por sentirme viva, tener una
familia, tener nuevas fuerzas para conducir y llevar a mi hija al colegio. Y
entonces yo recordaba la palabra de Dios que me dice que “cada mañana son
nuevas sus misericordias; o sea, se renueva su fidelidad para con nosotros en cada
amanecer. ¿Sabes lo que representa eso? Significa que si hoy puedes leer este artículo
es que estás con vida, es que al Creador le ha placido extender su misericordia y amor
sobre ti permitiéndote vivir este día. ¡Wow!
Así que hoy tienes la oportunidad de restituir aquello en lo que sabes que
fallaste. Hoy es el momento de emprender ese proyecto tan soñado
que tal vez solo se ha quedado en tu mente. Ya debes plasmarlo en blanco y
negro y comenzar a darle forma. Hoy abraza a tus hijos, a tu esposo o esposa, a
tus seres queridos y exprésale que los amas. ¡Has perfecto el momento!
Hoy decide perdonar y olvidar. Hoy puedes optar por hablar o publicar palabras que van a edificar a tu prójimo y no a destruirlo. Hoy puedes comenzar a alimentarte correctamente
y hacer actividad física por una buena salud. Y ve buscando ya los destinos y
ofertas para esas vacaciones con tu familia. Lánzate sin miedo, sonríele a
la vida, contagia a otros con tu sonrisa, ama a tus semejantes, ámate a
ti mismo, aprende a verte como Dios te ve. Ya sabes, hazlo hoy, porque del
mañana no se sabe. ¿El momento perfecto? Ahora. Dios te bendiga.
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